Como ya me pasara en Uluwatu, he vuelto a vivir de cerca el estar perdido en medio del mar. En este caso no he sido yo la persona a la deriva, si no que me la he encontrado perdido a su suerte.
Todo comenzó ayer al medio día, estuve haciendo un poco de kite, estaba bastante bueno asique fue una sesión larguita, como de hora y media.
Tras la sesión me quedé por el Tumbao tomando algo con amigos. Al rato, vinieron un par de amigos y me dijeron que “La Bajeta” estaba espectacular.
Os preguntareis que es “La Bajeta”. A unas cinco millas dirección África, hay un lugar en mitad de la nada donde hay rocas sumergidas a poca profundidad. Estas rocas hacen, que con las condiciones de viento (levante fuerte) y marea apropiadas (marea alta comenzando a bajar) aparezcan olas en mitad de la nada. Estas olas son grandecitas y además tienen la peculiaridad de tener la pared totalmente glassy (lisita, sin rugosidades por el viento). Esto lo convierte en un spot espectacular para ir a jugar con las olas.
El problema es que estas muy muy lejos, y si algo te pasa, volver a la costa se convertirá en una pesadilla. Se trata de una zona de fuertes corrientes, por lo que ir nadando a la costa, probablemente sea imposible. Es por eso, que se trata de un lugar donde solo debes ir con material en buenas condiciones y acompañado de una o dos personas de total confianza personal y como kiters, por si pasa lo peor, te puedan socorrer.
En mi caso fui con Elly, una chica que lleva muchos años haciendo kite.
Llegamos sin problema tras 25/30 minutos ciñendo contra el viento. No solo se trata de ir dirección a África, también hay que ir contra el viento una buena tirada.
Una vez llegamos estuvimos navegando y saltando como medía hora. Cuando ya nos disponíamos a volver, una de las 4 personas que había en La Bajeta rompió la cometa. Su cometa parecía bastante vieja y aparte, parecía que se le había enganchado una línea y había rajado la cometa. El problema es que la cometa hacia loops todo el rato, por lo que era imposible navegar con ella.
En un principio había un chico socorriendolo, pero no parecía que hiciesen nada. Los minutos pasaban y estaban todo el rato en el mismo punto. Como no lo veía nada, me quede por si había que echar una mano.
Finalmente, me acerque le grite el plan que había trazado en mi mente, no sabía si era el mejor, pero era un plan por lo menos. Le dije que recogiese las líneas, y que atase la cometa al leash, que iba a remolcarlo. La verdad que debía de estar muy asustado o pensar que sabía lo que hacía, porque en todo momento hizo lo que le dije.
Entre tantos hable con Elly, y le comente que cuando comenzase a remolcarlo, se llevase su tabla y avisase a salvamento.
Finalmente, él había recogido las líneas y estaba listo para que intentase remolcarlo. Me paré junto a él y le dije q se agarrase con fuerzas al arnés. Entonces empecé a mover la cometa con agresividad para generar potencia. La verdad que era muy complicado, el tío ya era un ancla en si mismo y el kite no estaba boca arriba como yo había imaginado en mi mente. Estaba boca abajo y se llenaba de agua y era imposible arrastrarlo.
Entonces le comenté que tenía que deshinchar la cometa, pero no las costillas, para que no se hundiese. El me hizo caso, la deshincho, la enrollo y me volví a acercar a él cuando estaba listo. Lo volvimos a intentar, la verdad que costaba muchísimo avanzar, en ningún momento avanzabamos del tirón, era más bien a trompicones, porque, aun así, era muchísima resistencia. Mis piernas empezaban a quemar. Además, era todo muy agresivo, tenía que generar todo el rato la máxima potencia que podía mientras por otro lado tenía un freno muy grande.
A duras penas fuimos avanzando. Cuando ya parecíamos cercanos a la costa, le comenté que no iba a poder llevarle hasta la costa. El problema es que el viento estaba cayendo y solo conseguía avanzar dirección hacía un punto donde no entra el viento cuando hay levante.
Me pidió que avanzásemos un poco más que estábamos muy lejos, y no pude negarme, pero al poco ya si que si sentí que era el momento de que nadase. Mi cometa ya no generaba apenas potencia y además, a mi me parecía que estábamos en una zona segura, ya estábamos dentro de la bahía, no sentía corriente, la costa se veía cercana y él llevaba un chaleco.
Me ato la cometa al arnés y el comenzó a nadar hacia la costa. Por mi lado, comencé a navegar a favor del viento, pero no era nada fácil, notaba mucho la cometa remolcada, era como llevar un timón. Hubo un momento, que iba cortísimo de viento, y pensé en soltarla. La verdad, cuando una persona está en peligro, el equipo es lo de menos.
Sin embargo, tras una larga travesía muy cortito de viento, según me iba acercando a valdevaqueros, notaba que el viento se iba enchufando, además, veía embarcaciones de rescate no muy lejos y el viento iba totalmente en dirección a ellos. Si me quedaba tirado, acabaría llegando a puerto.
Conseguí llegar al punto de partida. Elly estaba esperándome. Desde que nos separamos había estado observando desde la distancia y había intentado que fuese un barco a rescatar al hombre, pero parecieron no entenderla.
Estuvimos comentando la jugada, tomamos una cerveza y muchas personas nos felicitaron. En realidad, solo hicimos lo que espero alguien haga por nosotros algún día si es necesario.
Una hora después apareció la persona que habíamos rescatado. Tras nadar 20/30 mins había tenido que caminar otros 30 minutos o así. Pero ya estaba ahí, sano y salvo. Parecía todavía un poco asustado, pero parecía más preocupado de que el equipo estaba roto…En fin, creo que no es consciente, de que si no le sacamos del agua…lo mismo no lo cuenta. Creo que por mi lado, fue una insensatez ir para allá, pero yo iba con apoyo y material mucho más nuevo. La verdad que estuve apunto de no ir, pero algo me decía que tenía que ir, quizás estaba escrito que teníamos que sacar a ese hombre del agua.
Otra vez a naturaleza me vuelve a enseñar, que cuando el viento o el mar se ponen en tu contra, poco se puede hacer. A La Bajeta no creo que vuelva, y si algún día vuelvo, será con gente muy experimentada, con un equipo en condiciones y con un traje gordito, preparado a pasar horas a remojo si la cosa se pone fea.
Me siento muy contento de lo que hicimos hoy, justo acabo de cumplir tan solo dos años navegando, pero creo que hoy, estaba preparado. Siempre digo lo mismo, no soy ningún pro, no hago grandes trucos, pero tengo muchas muchas tablas y me siento cómodo o controlando la situación en situaciones complicadas. No se si ha sido el surf o el haber aprendido a navegar en el infierno como lo llamaba Félix (dicen que el que navega en mi Médano, navega en todo el Mundo), pero siempre estoy atento a todo lo que sucede, y siempre tengo un plan. Pero, aun así, no hay que jugar con los límites, porque cuando juegas con los límites, algún día la moneda puede caer del otro lado.
thedreamerssdiariesblog 